domingo, 18 de noviembre de 2012

BREVES





Traes cara de Lluvia

Y no hay sol que alcance a entibiarte las tripas.
 
Yo también me congelo
pero al menos podré abrazarte hasta que seamos
 un mismo hielo.


Y aunque no haya tiempo que perder, 
aunque se nos escape descaradamente, 
aunque la muerte muerda sin prisa, directo a la yugular,
ella es nuestra cómplice y pocos secretos nos mezquina ya.   

Qué importa lo bruto del mundo si por eso existe la grandeza.
Si al menos no hubirera tanto noticiario que enfermara el alma, 
sería más simple desearte un buen día hoy , amigo mío, 
aunque pueda ser el último. 

Pero sin miedo, porque hemos reído  y  engendrado;
buceado el mar y mordido labios 
envidiado y adorado
y odiado hasta que las entrañas dan tregua, 
hasta reunir las fuerzas para perdir perdón.

Finalmente todo torrente socaba su cauce:
¡qué piedad la de lo insondable,
que nos permite olvidar!

Pero no, no olvidamos:
 que fue nuestra esta vida
de humanidad tatuada a fuego

Y que valió la pena
    
Aunque  fuimos demasiado breves,
justo cuando conmenzábamos a entender
de qué se trata
todo esto.