Si dormirás ahora, me
pregunto
No solo – apunto mi
apuesta, que no ganará premio
Si mi presencia ha
dejado trazas
si miras de la misma
forma y notas acaso la falta
si son míos esos
labios que mordían impotentes
sólo para dejarme ir
Vivo solo para
extinguirte
Pero esta memoria maldita
es proverbial
Y quién me ayuda ahora
a descifrar las sobras de la tarde?
Y qué hago para desfigurarme
esta cara de “mina con la que anduviste”?
Pero mi paciencia es
oriental… no hay desespero
aunque mi boca siga
sangrando
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