viernes, 26 de octubre de 2012

VOZ DEL MAR





Habrá instantes en que todo quepa
en este pecho sin fronteras
extendiéndose irisado
hasta el confín


Días en que me presientas

escondida tras la piedra
lavando el aire

tocándote.

Me caminarás desnuda en la playa larga

sabrás que estoy allí:

soy arena
y a quien nombro y llamo y busco

es a ti

sábado, 20 de octubre de 2012

ILUMINADA


 

Así como te adoro
es un pecado
Voy a mirar a otro lado
buscar un dios verdadero
Allá lejos se quedaron
anclados mis zapatos
al borde de la cama
junto a tus pies pies de barro
Allá lejos nuestros sexos
acoplados
sol
vaivén radiante
alumbrando desde abajo

Yo no sé si soy hereje
pero sigo iluminada

Si existo es tu luz, amor,
que me dibuja;
si no me miras,
en este instante muero

A veces
he de mirar a otro lado
elevarme incólume
reinar en la distancia

Y que el cielo me proteja.

CONFESIONES PELUDAS





Vivir es delicioso, me lo contó mi gato. Se llama Kundera pero le decimos Kuku. Yo tengo otro gato, pero es de peluche y no corre ni maúlla como este. Me gusta tanto jugar con él, pero dice mi mamá que tengo que acordarme de que no es un juguete. A veces le tiro la cola.
Mi mamá dice que la vida es linda, pero a veces se enoja, como cuando el Kuku se comió sus flores y a mi me dio risa.  En cambio el Kuku no se enoja nunca y es bueno para ronronear. Ahora que vienen los días bonitos sale al balcón a mirar los pajaritos. Cuando ve todo tan verde se pone más contento, igual que yo. Como que me da una cosquillita y me fueran a crecer alas. Mi mami también está feliz porque puede ponerse falda y tomar sol cuando me lleva a los columpios. En la plaza también veo perritos. ¡Yo quiero uno! Cuando yo sea grande voy a tener hartos animalitos.


LA ELEGIDA


 




No ves que guardo la vida, temblorosa,

en mi puño cerrado?
No ves que soy yo la única que sabe
el secreto de la vida,
que las puntas de mis dedos
resplandecen por las noches?

No ves que mis manos se afanan
y logran milagros chiquititos,
minúsculos tesoros,
terrones,
pedacitos?
Qué no harán entonces en ti,
qué maravillas no obrarán mis manos
en tu cuerpo amado.
Y no ves, no has notado,
mis caderas son anchas
como las puertas del cielo,
como las de mi alma?
Yo te invito a pasar,
y te invito a quedarte.
Si me eliges a mí.