sábado, 20 de octubre de 2012

CONFESIONES PELUDAS





Vivir es delicioso, me lo contó mi gato. Se llama Kundera pero le decimos Kuku. Yo tengo otro gato, pero es de peluche y no corre ni maúlla como este. Me gusta tanto jugar con él, pero dice mi mamá que tengo que acordarme de que no es un juguete. A veces le tiro la cola.
Mi mamá dice que la vida es linda, pero a veces se enoja, como cuando el Kuku se comió sus flores y a mi me dio risa.  En cambio el Kuku no se enoja nunca y es bueno para ronronear. Ahora que vienen los días bonitos sale al balcón a mirar los pajaritos. Cuando ve todo tan verde se pone más contento, igual que yo. Como que me da una cosquillita y me fueran a crecer alas. Mi mami también está feliz porque puede ponerse falda y tomar sol cuando me lleva a los columpios. En la plaza también veo perritos. ¡Yo quiero uno! Cuando yo sea grande voy a tener hartos animalitos.


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