Vivir es delicioso, me lo contó mi gato. Se
llama Kundera pero le decimos Kuku. Yo tengo otro gato, pero es de peluche y no
corre ni maúlla como este. Me gusta tanto jugar con él, pero dice mi mamá que
tengo que acordarme de que no es un juguete. A veces le tiro la cola.
Mi mamá dice que la vida es linda, pero a veces
se enoja, como cuando el Kuku se comió sus flores y a mi me dio risa. En cambio el Kuku no se
enoja nunca y es bueno para ronronear. Ahora que vienen los días bonitos sale
al balcón a mirar los pajaritos. Cuando ve todo tan
verde se pone más contento, igual que yo. Como que me da una cosquillita y me
fueran a crecer alas. Mi mami también está feliz porque puede ponerse falda y
tomar sol cuando me lleva a los columpios. En la plaza también veo perritos. ¡Yo
quiero uno! Cuando yo sea grande voy a tener hartos animalitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario