SÓLO DIOS

No cuentes con que en verano me vista más de azul;


el cristal de las nevadas acaparó mi color

y en las verdes madrugadas ya no me arropa el amor.

Qué dirías si te digo que sólo me importa Dios

que sólo bajo su abrigo me puedo sentir mejor

que no calzo pies de aire, que apenas si puedo andar

si la brisa por la tarde ya no me habla del mar

si digo Dios y digo Ángel, si no reparo en rezar;

dirías que he enloquecido en arrebato del mal

que mi alma se ha torcido; que mi mente igual.

Pero yo no te merezco en este amargo sermón

no soy canuta ni loca, ni he perdido mi pudor

no abandono la cultura ni el humanismo del sol

pero recojo a la luna en las noches de calor

y bailo pagana y muda esperando la ovación

con que me reciba el cielo

cuando cante mi canción

cuando cuente que fui tuya

cuando exilie mi rencor

y pueda aseverar sin duda

que sólo me importa Dios.