Tortura esto del reloj que avanza tan despacito. Prohibido escribir en la pega. Escribir poesía, al menos, o algo que se le parezca. Cerca de mi escritorio suenan las radios: Air supply, un comentarista de fútbol. Todos parlotean a cuarenta y cinco minutos de la hora de salida. Pero ay, el minutero avanza tan lento. Como despacito por las piedras tu cara se me viene apareciendo cada día más seguido. Por las piedras grandes y filosas de una vida complicada, unas circunstancias desfavorables para algo más que no sea una compañía ocasional. Y se me aparece. Y se me aparece. En la mañana y en la noche. Y cuando falta poco para salir del trabajo y la espera se me hace una tortura insoportable.
jueves, 29 de agosto de 2013
martes, 27 de agosto de 2013
DE PELOS
Este pelo es cosa rara,
se nos pega a la cabeza y la comanda.
Hay quien piensa que el cabello revuelto desordena las ideas
Y que un buen shampú sirve para aclararlas.
Incluso a veces, cuando no hay remedio,
nos obliga a romper con el pasado
cambiar para renacer,
colorearse a lo camaleón,
recortarse la esperanza,
cachirularse el afán de amor.
Quizás sean cosas que algunos encuentren
tiradas de los pelos,
pero otros sabemos que cuando el pelo crece
es como la primavera
que una trenza larga es un cable a tierra
que un buen rape aliviana las tristezas
y que en fin no hay nada mejor
que un mechón sobre la frente
un remolino agitado
y una cola de caballo.
viernes, 23 de agosto de 2013
SIESTA
Duermes
y si te miro es deleite
y si te pienso es asombro
ante mi suerte
El centro de la tarde
es un sofá verde
Caen las hojas
el tiempo vuela
sopla tu vida
vida en la mía
Desnudo me esperas
desnuda me encuentras
y mi alma palpita
agradecida
y si te miro es deleite
y si te pienso es asombro
ante mi suerte
El centro de la tarde
es un sofá verde
Caen las hojas
el tiempo vuela
sopla tu vida
vida en la mía
Desnudo me esperas
desnuda me encuentras
y mi alma palpita
agradecida
DE COTIDIANIS
De nuevo soñé contigo
(alcánzame la jofaina, María
que necesito agua fría)
Ay cómo te traigo del sueño?
(ahora el agua caliente, José
que necesito un café)
Cómo te integro a mis días?
(dónde pusiste mi abrigo, Jesús
que me atraso para el bus…)
(alcánzame la jofaina, María
que necesito agua fría)
Ay cómo te traigo del sueño?
(ahora el agua caliente, José
que necesito un café)
Cómo te integro a mis días?
(dónde pusiste mi abrigo, Jesús
que me atraso para el bus…)
lunes, 19 de agosto de 2013
MANJAR NEVITABLE
Revélame tu boca y su manjar inevitable,
su dulce carne y todas sus palabras,
que hay días que necesito saber de sus misterios,
tenerla confidente, sentir su aliento tibio.
Si me confías tu boca la haré existir en mis yemas
y la multiplicaré en cada rincón del universo:
en el aire o en la tierra dibujaré de memoria
para envolverme entera con tu beso.
Si no hay sol brillarán tus labios,
si no hay luna, tu sonrisa;
comisura trémula por tormenta;
por atardecer, suave mordida.
Y si al cabo no se entrega esa tierna despiadada,
si se viste de mohines y se esconde en el silencio,
yo la guardaré lo mismo que a un tesoro imaginario
y la cubriré de versos que nadie nunca dijo.
su dulce carne y todas sus palabras,
que hay días que necesito saber de sus misterios,
tenerla confidente, sentir su aliento tibio.
Si me confías tu boca la haré existir en mis yemas
y la multiplicaré en cada rincón del universo:
en el aire o en la tierra dibujaré de memoria
para envolverme entera con tu beso.
Si no hay sol brillarán tus labios,
si no hay luna, tu sonrisa;
comisura trémula por tormenta;
por atardecer, suave mordida.
Y si al cabo no se entrega esa tierna despiadada,
si se viste de mohines y se esconde en el silencio,
yo la guardaré lo mismo que a un tesoro imaginario
y la cubriré de versos que nadie nunca dijo.
viernes, 16 de agosto de 2013
PARA LA POSTERIDAD
Sin pronunciar ni tu nombre quiero inmortalizarte
Así, chiquitito en mi vida,
Como este sol que se asoma en agosto
Y resquebraja los hielos suavemente
Sin decir ni tu inicial, que es mi seña en estos días,
Con este cariño humilde que te tengo,
Quisiera agradecer tu sonrisa
Entregada como una fuente de agua fresca en el desierto
Sabe nadie el destino de estos besos
De nuestras soledades compartidas
Pero hoy quiero darles un minuto merecido
Para su posteridad
Por lo bello que nos hemos dado
Así, chiquitito en mi vida,
Como este sol que se asoma en agosto
Y resquebraja los hielos suavemente
Sin decir ni tu inicial, que es mi seña en estos días,
Con este cariño humilde que te tengo,
Quisiera agradecer tu sonrisa
Entregada como una fuente de agua fresca en el desierto
Sabe nadie el destino de estos besos
De nuestras soledades compartidas
Pero hoy quiero darles un minuto merecido
Para su posteridad
Por lo bello que nos hemos dado
ORACIÓN AL ÁNGEL DE MI GUARDA
Ángel de mi guarda, dulce compañía
Dame un signo, una seña de tu ser
para la paz mía
Porque desfallezco en lo confuso y en lo oscuro
No me desampares, no me dejes
Golpeándome contra este muro
Te ruego no me abandones a lo incierto
Ni de noche, ni de día
Porque ahogo mis horas en un mar desierto
Y ni ahora, ni en la hora de mi muerte
me quites el amor, la fe y la calma
que necesito para sentirme fuerte
viernes, 9 de agosto de 2013
NO ERA UNA LÁGRIMA
No era una lágrima.
Era un columpio.
Una liana de agua
con que tomar altura.
Ves que me gusta
volar con las palabras
mecerme en ellas
quedar mojada
No fue una pena
la que me regalaste.
Fue un arcoiris
REINO DE LOS SUELOS
Mira, si el asunto es simple. No puede escribir poesía cuando el frío le paraliza el gesto y todos los intentos de tapar el sol con un dedo se le vienen agotando. Sólo abrir la boca para que se le llene de maldiciones. Quiere ser feliz y buscar razones, porque a fin de cuentas no se trata sólo de ella y no es libre de lanzarse al vacío como fue costumbre. Abrir la boca para decir algo bueno. Pero demasiado joven para saber lo que sentía y encabritada como siempre había intuído ya que más no habría, más que el intento ése de él de medirla con sus manos y el delicioso sopor con que ella se entregaba a la medida justa; fue la única mesura que conoció, si es que hubo alguna: arrellanada a su lado nacieron galaxias y el tiempo se detuvo. Y ahora, entre demasiada muerte y demasiados males que no traen bienes, vuelve a reconocerse, porque más no es que eso, que la misma reina en harapos que regaló su reino y antes de tener perdió, aunque le quedaron huellas de besos y de huesos y piel al rojo y floreros vacíos y ceniceros llenos. La misma a la que, como si por no querer nombrarlo, le floreciera el muerto, tatuado una vez más como una seña porfiada y dulce. Sólo una seña, porque él emprendió un último vuelo, como quisiera el ave híbrida en su hombro derecho, y vaya a saber Dios si el azul inmenso inalcanzable le deparaba algo, si es que en verdad habita en el Reino de los Cielos. Y así, en efecto, el asunto es simple. Aquí ha quedado ella con su seña, con su veneno para instilar, destilar y purificar, con sus pezones de fierro, sus engendros flamígeros y sus delitos flagrantes por compañía. Aquí se queda ella, sin pasión por mostrarse, esconderse ni dosificarse, sin brújula ni artilugios, sin liturgia ni subterfugios, encadenada al tráfago eterno del Reino de los Suelos.
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