
Ángel de mi guarda, dulce compañía
Dame un signo, una seña de tu ser
para la paz mía
Porque desfallezco en lo confuso y en lo oscuro
No me desampares, no me dejes
Golpeándome contra este muro
Te ruego no me abandones a lo incierto
Ni de noche, ni de día
Porque ahogo mis horas en un mar desierto
Y ni ahora, ni en la hora de mi muerte
me quites el amor, la fe y la calma
que necesito para sentirme fuerte
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